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LOS EFECTOS DEL CORONAVIRUS EN EL PAISAJE URBANO



Actualmente las grandes ciudades de nuestro planeta se mueven a un ritmo cada vez más acelerado y sus habitantes parecieran haberse acostumbrado a esto. Ciudades que nunca duermen y que no tiene un respiro - Tránsito pesado, smog, ruido y una vida apresurada en la que pareciéramos no tener tiempo para nada, hacen parte de nuestro diario vivir.


Recientemente la vida en el planeta ha cambió en un abrir y cerrar de ojos, quien iba a pensar hace un par de meses atrás, que nuestras rutinas, trabajo, planes, viajes y demás actividades, iban a dar un giro tan radical.



Sumados a los graves problemas ambientales y la crisis climática que golpea al planeta tierra, un virus llamado Covid-19 puso en jaque a la humanidad debido a su alto nivel de contagio. Hasta la fecha hay más de 408.000 contagiados y más de 18.000 fallecimientos alrededor del mundo a causa del virus. Las medidas optadas por distintos países para frenar su propagación no solo han cambiado la forma de habitar, sino que también el paisaje urbano.


La fácil y acelerada propagación de del virus ha llevado a los gobiernos de diversos países del mundo a tomar medidas radicales, como el distanciamiento social y la prohibición de conglomeraciones, que en su mayoría concluyen en el confinamiento total para evitar su propagación. Esto ha provocado que tanto la cultura de las personas de distintos países, como el paisaje urbano cambie drásticamente: calles vacías, un silencio abrumador y una fauna que vuelve a ocupar las áreas urbanas, se han convertido en el panorama general de muchas ciudades alrededor del mundo, en las que también ha habido una gran disminución en los niveles de contaminación.


Ejemplo de esta transformación son Italia y China quienes han sufrido fuertemente las consecuencias del virus:



El caso de Wuhan. China



La ciudad donde se originó el primer aviso de Covid-19, capital de la provincia de Hubei. Una ciudad con una población de más 11 millones de habitantes (cifra 2018), ubicada a poco más de 800 kilómetros de distancia de la capital Shanghái. Actualmente China declara que no registra más casos diarios de personas infectadas(1), sin embargo los casos superaron los 80.000 contagiados y más de 3.000 personas fallecidas.



Debido al virus, se decretó a principios del 2020 un aislamiento total de la ciudad de Wuhan. El jueves 23 de Enero comenzó la cuarentena, y la gente poco a poco comenzó a deshabitar las calles, incluso para una fecha tan importante como la celebración del año nuevo chino, el 25 de Enero.


Rápidamente se volvieron virales las fotos y videos Wuhan convertida en una ciudad fantasma, que refleja el gran porcentaje de pavimento duro y el gran porcentaje de espacio dedicado a los automóviles en vez del peatón y la vegetación, lo cual va de la mano con los altos niveles de contaminación tanto acústica como de gases de efecto invernadero que tiene China. Este país lideraba el ranking de países contaminantes en el mundo, junto con India y Turquía(2) China aportaba 30% de las emisiones de CO2 en el mundo.


Precisamente en este aspecto relacionado a la contaminación, uno de los efectos más notorios de la cuarentena, fue la baja drástica de gases contaminantes en el aire debido a la paralización de actividades. Se potenció el teletrabajo (trabajo en casa) y las compras de insumos por internet.



Posteriormente todo el país comenzó a acatar medidas de prevención y confinamiento para evitar el coronavirus. La paralización del tráfico al tránsito de vehículos particulares redujo los índices de gases contaminantes a niveles históricos, que ninguna de las otras medidas que China propuso para la descontaminación había podido logrado, como cambio de sistemas de calefacción en hogares, autos eléctricos, etc.


Después del período de aislamiento, lo que equivale a 56 días de confinamiento en total, los índices de contaminación bajaron un 25%, lo que según expertos equivale a 200 millones de toneladas de dióxido de carbono(3). Ante esto, voces de Greenpeace en Asia, como Li Shuo (asesor principal de esta organización), han manifestado que esta es una oportunidad única para China de aprovechar los resultados positivos que se han producido en el medio ambiente y cambiar su manera de ver la economía.



El caso de Italia.



Hasta el momento, Italia es el segundo país con más personas contagiadas, superando los 47.000 casos, de los cuales 4.000 personas lamentablemente han fallecido y estarían lamentablemente superando la cifra de muertos en China. En Italia se decretó cuarentena total hasta inicios de abril, sin embargo lamentablemente los casos de infectados siguen aumentando.


Antes de la llegada del Coronavirus, Italia era uno de los países más contaminados de Europa junto con Polonia(4). Grandes contaminantes de dióxido de Nitrógeno (NO2), gas producido por automóviles y plantas industriales, principalmente en el norte del país, según un artículo de Forbes. A pesar de que Italia publicaba cada día sus niveles de contaminación, a modo de crear conciencia sobre los ciudadanos italianos, al parecer no era suficiente.



Por otro lado, este país es mundialmente conocido por tener muchas ciudades que a diario eran concurridas por turistas de todo el mundo, como por ejemplo Venecia, Roma, Nápoles, Milán y Florencia, por nombrar algunos. En el caso de Venecia llegaban cada año 25 millones de turistas, una ciudad que respondía a una dinámica ágil, ruidosa y sin cansancio. Una gran presencia de cruceros era un paisaje habitual en la ciudad que se llenaba de turistas, mientras que la fauna del lugar quedaba limitada a pocas especies que lograban adaptarse a dichas condiciones.


Después de la cuarentena total, que significó más de 260.000 personas confinadas en Venecia, la ciudad comenzó a mostrar una cara que antes permanecía oculta: El ruido y la aglomeración de personas que antes espantaba a los animales desapareció y en su lugar, comenzaron a aparecer cisnes y ahora es posible ver a los peces que habitaban en los canales de la ciudad dada las aguas cristalinas, que anteriormente eran de un color oscuro y denso(5). Algo muy inusual para uno de los destinos turísticos más concurridos en el mundo.



Según el alcalde de la ciudad, no es que las aguas se hayan limpiado, según explicaba, como ya no hay góndolas y embarcaciones que deambulen por los canales, el sedimento se mantiene en el fondo, dejando a la vista unas aguas con un color inédito.


A 900 kilómetros de Venecia, específicamente en Cagliari, uno de los puertos más importantes de Italia, se han divisado delfines en sus aguas, que anteriormente sólo eran “habitadas” por lanchas. Roma por otra parte, se han divisado Jabalíes en sus calles ante la nula presencia de humanos. El efecto es claro en el espacio público, pero también lo es desde la vista satelital en cuanto a gases contaminantes se refiere. Después de anunciar la cuarentena total, el cierre de fábricas, universidades, colegios, atracciones turísticas, la circulación de personas y por ende el uso de automóviles particulares, los niveles de contaminación de NO2, bajaron bruscamente según lo publicado por el medio Independent5, llegando a poco disminuir un 10% en sólo 4 semanas(6).


Estos países tan solo son dos ejemplo del cambio en el paisaje urbano que estamos viendo con el pasar de los días y que seguramente continuara dándose en otros lugares del mundo. En ciudades de América latina como Santiago de Chile se registró un puma caminando por las Calles de la comuna de Ñuñoa y en Bogotá Colombia un Zorro fue captado deambulando libremente por la zona de Usaquén; el confinamiento humano por el virus les devolvió a las especies un poco del lugar que habían perdido.



Mientras los humanos nos resguardamos en las casas, los animales le hicieron caso a su información genética y volvieron a su espacio, ahora libre de humanos, ruido y contaminación. Los animales y en general la naturaleza estaba allí mucho antes y nosotros nunca hemos logrado establecer una relación armónica con ellos; jamás hubiera sido tan notorio de no ser por la época que estamos atravesando.


Hemos degradado los ecosistemas, relegado a la fauna, construido zoológicos y sometido animales, pero paradójicamente ahora ellos estas libres y nosotros encerrados; las agitadas y caóticas metrópolis ahora son desiertos urbanos.



Futuro incierto



Sin duda alguna la pandemia del Covid-19 ha cambiado la manera de habitar de muchas ciudades al rededor del mundo y ha puesto en evidencias muchos de los modelos insostenibles que hemos implementando.


La tierra está tomando un respiro que no hubiera sido posible de otra manera y es momento de replantear la forma de planificar y habitar las ciudades, de manera que disminuyan las emisión de gases contaminantes y establecer una coexistencia más sustentable con la flora y la fauna local, en un contexto donde la crisis climática está sobre la mesa hace ya un buen tiempo.


Autor: Jorge Ibarra - Arquitecto de la Universidad de Santiago de Chile



Fuentes


1 https://www.bbc.com/mundo/noticias-51955667 2 Fuente: https://aqicn.org/rankings/


2 https://aqicn.org/rankings/


3 cnnespanol.cnn.com


4 www.forbes.com/sites/emanuelabarbiroglio/2020/02/29/cities-in-poland-and-italy-among-europes-100-most-polluted/#4736a97358fd


5 https://www.independent.co.uk/news/world/europe/coronavirus-italy-news-air-pollution-satellite-space-image-china-emissions-travel-co2-a9402181.html


6 https://www.cronica.com.ar/mundo/El-efecto-secundario-del-coronavirus-baja-la-contaminacion-en-Italia-20200318-0028.html


Imagenes


1 CordonPres -National Geographic

2 Calles de Wuhan. Fuente: Getty

3 Wuhan. China. El gráfico muestra cómo varió la contaminación antes y después del Coronavirus. Fuente: rtve.es

5 Canales de Venecia. Italia. Fuente: @ikaveri

6 Canales de Italia. Fuente: Reuters

8 @profecuchilla

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